30 de julio de 2012

Los ruidos fuertes afectan a la memoria



La exposición a ruidos de alta intensidad, aunque no sean suficientes como para causar lesiones en el oído, afectan a los procesos de memoria y aprendizaje, según revela un estudio publicado en la revista Brain Research.

Los investigadores, del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos (Buenos Aires, Argentina), trabajaron con ratas de entre 15 y 30 días de edad, lo que equivale a edades comprendidas entre los 6 años y la adolescencia de un ser humano. "Pudimos determinar que una única exposición al ruido durante dos horas es suficiente para generar un daño celular y una alteración en la conducta", ha explicado Laura Guelman, una de las autoras, a DiCYT. Los científicos observaron una serie de cambios morfológicos en el núcleo de las células del hipocampo, un área del cerebro relacionada con los procesos de memoria y aprendizaje.

Quince días después de la exposición al ruido, de entre 95 y 97 decibelios de intensidad, los animales mostraron fallos en la memoria y una disminución en los niveles de ansiedad, algo que según Guelman no es positivo: "Los animales presentan un menor nivel de alerta ante el peligro, lo que les impediría escapar de un posible predador".

En contra de lo esperable, los daños fueron más evidentes en las ratas que sufrieron una única exposición de dos horas de duración, que en aquellas que fueron sometidas al ruido durante dos semanas, a dos horas diarias de ruido. Esto podría deberse a que los animales a está edad aún están desarrollando su sistema nervioso, y este tiene capacidad para adaptarse y responder a las lesiones.

Este trabajo sería un primer paso para encontrar un fármaco que ayude a prevenir estas lesiones en el hipocampo. "Desentrañar los mecanismos que median entre el ruido y el daño celular podría ayudar a encontrar algún agente que interfiera con ellos", ha explicado la investigadora.

29 de julio de 2012

Llegan las inyecciones sin agujas



Si eres de los que tiemblan cada vez que tienes que ir a hacerte un análisis de sangre, estás de enhorabuena. Un equipo de investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) ha desarrollado un sistema que permite inyectar una gran variedad de fármacos a través de la piel sin necesidad de emplear agujas. El trabajo se publica en la revista Medical Engineering & Physics y sus creadores están haciendo pruebas para adaptarlo a los diferentes tipos de piel.

El mecanismo se basa en las fuerzas de Lorentz, que son aquellas que se ejercen por el campo magnético al recibir una partícula cargada o una corriente eléctrica. Consta de un imán muy pequeño y potente rodeado por una bobina de alambre unida al émbolo de una cápsula que contiene los fármacos a inyectar. Cuando se aplica una corriente eléctrica, esta interacciona con el campo magnético y produce una fuerza tal que empuja el pistón, permitiendo que la cápsula se abra e inyecte su contenido a gran velocidad a través de la piel.
Adaptado a cada tipo de piel
Este sistema supone un avance frente a otras formas de inyectar sustancias sin agujas. Por ejemplo, los parches empleados para dejar de fumar son capaces de suministrar los fármacos, pero el tamaño de las sustancias no puede superar al de los poros de la piel, ya que pasan a través de ellos. El nuevo mecanismo no tiene restricciones de tamaño y, además, la corriente aplicada se puede modular para adaptarse tanto a la velocidad de inyección deseada, como a las características propias de cada piel. "No es lo mismo inyectar una vacuna a través de la piel de un bebé que hacerlo en la mía, obviamente se necesita mayor presión en mi caso", explica Catherine Hogan, una de las autoras.

Además, los investigadores están trabajando en un sistema que incorpore vibración con la finalidad de poder disolver polvos en agua, un avance que tendría usos muy útiles. Por ejemplo, uno de los principales problemas de la aplicación de vacunas en países en desarrollo es su conservación, ya que estas se tienen que mantener en frío. Si se suministraran en forma de polvos se eliminaría este problema.
Aunque el sistema aún se encuentra en pruebas, seguro que a partir de ahora las personas con pavor a las agujas ya podrán respirar más tranquilas.

El Yoga reduce el estrés




Practicar meditación yóguica durante 12 minutos diarios reduce la respuesta inflamatoria del sistema inmunitario que se relaciona con muchos problemas crónicos de salud, entre ellos el estrés, según revela un estudio publicado en la revista Psychoneuroendocrinology.
Los investigadores, de la Universidad de California, ya habían encontrado en un trabajo previo que la práctica de meditación aumenta las conexiones cerebrales. Ahora, los científicos han comprobado los beneficios de este ejercicio sobre los cuidadores de pacientes afectados por la enfermedad de Alzheimer. Estas personas sufren un fuerte desgaste físico y psicológico, y tienen mucho riesgo de desarrollar depresiones. "Los cuidadores tienen el doble de probabilidad que otras personas de sufrir estrés", explica Helen Lavretsky, una de las autoras. Además, en estas personas se suelen encontrar mayores cantidades de marcadores biológicos de inflamación.

Los científicos analizaron muestras de sangre de personas que habían practicado doce minutos diarios de un tipo de meditación yóguica llamado Kirtan Kriya durante ocho semanas. "Los resultados muestran una reducción en la actividad de las proteínas responsables de la inflamación", explica Lavretsky.
Para los autores, los resultados son una buena noticia. "Los cuidadores no tienen mucho tiempo o energía para darse un pequeño respiro, así que una breve práctica diaria de meditación, que es algo fácil de aprender, puede ayudarles a sentirse mejor", afirma la investigadora.

17 de julio de 2012

Aprendemos mientras dormimos



Mientras estamos dormidos, nuestro cerebro aprovecha para asimilar toda la información recibida durante el día. Aunque esto es algo que se sabe desde hace tiempo, los científicos comienzan ahora a comprender cómo ocurre todo esto en nuestro cerebro. Un equipo de investigadores del hospital Clínico de Barcelona ha estudiado la sincronía entre las neuronas durante el sueño, un proceso que es básico para consolidar la memoria, y presenta sus resultados en el congreso de la Federación Europea de Sociedades Neurocientíficas (FENS), que se celebra estos días en Barcelona.

Durante el sueño la actividad cerebral no se detiene, y en la fase de sueño profundo se producen las llamadas `ondas cerebrales lentas´. Los últimos estudios han demostrado que la red de neuronas que emiten estas ondas interacciona con la actividad de centros cerebrales situados en partes más internas del encéfalo. Estas conexiones se activan y se desactivan a lo largo de la noche generando unos patrones rítmicos que alternan periodos de actividad con periodos de silencio. Al parecer, esta sincronía es fundamental para procesos relacionados con la memoria y el aprendizaje.

"Al igual que por la música creada por una orquesta podemos intuir la calidad de los músicos, su grado de coordinación o su conocimiento de la partitura, la actividad generada por el cerebro nos dice mucho de la estructura funcional de la red subyacente" ha explicado María Sánchez Vives, responsable de la investigación.